Cómo mejorar la cobertura de WiFi en el hogar
En tiempos de smart working, uno de los problemas más recurrentes es la conexión a internet: que la señal falla, que se interrumpe, que anda lento. Por lo mismo, quienes emprenden desde sus casas deben contemplar como un factor fundamental en el negocio la cobertura de WiFi, para así funcionar de manera fluida.
El director de postgrado de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Diego Portales e ingeniero civil en informática y telecomunicaciones, Jonathan Frez, asegura que la mejor alternativa para emprendedores es contratar fibra óptica —el medio de transmisión de datos más avanzado de telecomunicaciones que permite implementar soluciones de conectividad como internet de alta velocidad— con un proveedor que ofrezca las mejores alternativas.
Velocidad de WiFi
Pese a lo anterior, puntualiza Frez, hay que entender que una cosa es la velocidad de conexión contratada y otra la velocidad tope del WiFi: “Si uno tiene contratado fibra óptica, que es lo ideal para un negocio, por su estabilidad y velocidad, se podría tener 1gbps (1.000mbps) contratada, pero las WiFi son capaces de transferir a un computador hasta unos 300mbps. Por lo que con 1.000mbps se podría sostener unos tres computadores a máxima velocidad asumiendo buena cobertura”.
“Lo ideal es probar la velocidad utilizando sitios como speedtest.net“, agrega. Además, sostiene el especialista, es recomendable que un emprendedor contrate como mínimo una conexión a internet de 600mbps. “Eso da para dos equipos a máxima velocidad sin interferirse. Entonces se podrían sostener un par de reuniones por Zoom sin problemas. Lo ideal es pensar en dejar unos 100mbps mínimo por equipo”, dice.
Además, enfatiza el ingeniero, “también aparecen los celulares de las personas en esta suma, y mientras más equipos se conecten a la WiFi, menos cobertura y capacidad tiene. Incluso, si no están utilizando la red, basta con que estén conectados. El router se satura atendiendo a tantos aparatos”. En este caso, comenta, lo recomendable es dejar el wifi solo para los computadores o el artefacto que se esté usando.
¿Donde instalar el router?
Respecto a la cobertura de WiFi, Frez señala que “las WiFi tienen la debilidad de que les cuesta atravesar paredes, sobre todo si son de concreto”. De esta forma, indica, “uno puede pensar en un router como un ventilador que si se pone en un pasillo ventila varias habitaciones, entonces, lo ideal, si se trabaja en varias habitaciones, es tener el dispositivo en el pasillo, así la señal ingresa mayoritariamente por las puertas si es que no logra atravesar paredes”.
“Otro truco es ponerlo en el entretecho si la casa es de un solo piso. Normalmente los techos son de planchas de volcanita y la WiFi los atraviesa sin problemas”, comenta.
¿Cómo extender el WiFi en el hogar?
Si mover el router no genera efectos en nuestra conexión, “hay que extender la WiFi”, dice el académico. ¿Cómo se hace esto? A través de extensores tipo mesh, que consiste en una red compuesta por un router, como estación base de internet, y una serie de nodos, puntos de acceso, que se comunican entre ellos para formar una única red.
“Las redes mesh son mejores que un repetidor —un dispositivo que amplía la cobertura de la red doméstica captando la señal de wifi que llega hasta él y ampliándola con sus antenas—, porque uno podría llegar a poner un solo repetidor, pero al poner un segundo comienzan a interferir entre sí. En cambio los extensores tipo mesh se coordinan para no interferirse y se conectan entre sí automáticamente para dar la mejor señal”, explica Frez.
Instalar una red mesh —que consiste en tres aparatos que se venden juntos— tiene sentido cuando se quiere ampliar la cobertura en varios espacios de la casa, de lo contrario, para lugares más pequeños, se puede utilizar un repetidor.
Finalmente, el ingeniero señala que “en caso de que las paredes sean realmente gruesas, queda una alternativa: las redes PLC (Power Line Communication), que son un poco más lentas que la mesh y más inestable”. Esta tecnología consiste en aparatos que permiten ampliar la señal doméstica de WiFi a cualquier lugar de la casa mediante la conexión eléctrica: un equipo se conecta al router a través de un cable de red y retransmite la señal vía los cables de corriente del enchufe eléctrico a otros dos aparatos que se enchufan en cualquier habitación.